Médicos CAMEPCO relatan cómo han asumido el tiempo de pandemia

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Los profesionales pensionados destacaron que uno de los sustento principales para enfrentar este período, es el apoyo y preocupación constante de sus familiares.

Más de siete meses confinados cumplió el Gran Concepción, cuyas comunas este 19 de octubre finalizaron más de un mes de cuarentena, la segunda decretada desde marzo al iniciarse la pandemia en Chile. Con esto la zona ingresó a fase 2 del Plan Paso a Paso manteniendo, no obstante, restricciones de movilidad que, sin lugar a dudas, continúan afectando el quehacer habitual de la población. En este sentido, las personas mayores de 75 años han sido el grupo etáreo más restringido debido a que sus factores de riesgo los hacen ser más vulnerables a contraer el Covid-19.

Para algunas de estas personas los efectos de estos meses de aislamiento social han sido un vuelco en sus rutinas, en sus actividades familiares y sociales, y también en su salud física y mental. Para otras, una oportunidad para reinventar los días y ver el vaso medio lleno.

El Colegio Médico Concepción, agrupa en CAMEPCO a sus médicos y médicas pensionadas. Su presidente, el Dr. Carlos Pérez A., señaló que la adaptación ha sido fundamental para enfrentar el confinamiento. “La tecnología ha servido para darnos una mano en estas circunstancias… nuestro grupo de whatsapp, ha servido para mantenernos comunicados y compartir ideas, noticias, para saber de nuestro estado de salud y si hay alguna necesidad que atender”. El Dr. Pérez agregó que, lamentablemente, durante estos meses “hemos sentido la partida de personas de nuestro grupo a las que tampoco pudimos acompañar debido a la pandemia”.

Al igual que el presidente de CAMEPCO, socios y socias del capítulo de médicos pensionados compartieron cómo ha cambiado su vida debido al Covid-19.

El día que todo cambió

“En el mes de febrero intuí que algo grave iba a suceder por lo que me aprovisioné de alimentos no perecibles”. Así recuerda el Dr. Carlos Hinrichs O., quien se mantiene rodeado de hijos y de una nieta que lo acompaña. Tal vez el haber sufrido un prolongado confinamiento en campos de concentración en condiciones durísimas y angustiantes, le han ayudado a “soportar esta pandemia”. “He salido varias veces a hacer diligencias. También paseo por la vereda de mi calle y participo a diario en la misa católica que se televisa desde Buenos Aires”, comenta.

Para la Dra. Irene Peña G. la pandemia ha sido un segundo episodio difícil de enfrentar. Debido a eso “ya había salido de su hábitat normal” para ahora estar con su hermana, en un ambiente muy agradable. “Tenemos una agenda completa con labores de casa que realizar, horas para compartir, en especial, las de comer, para realizar ejercicios y leer…el día se nos pasa sin darnos cuenta”.

El aislamiento social y el miedo han sido consecuencias frecuentes entre las personas mayores, ya que han debido separarse de su familia y a la vez temen por ella, su salud y bienestar general. La Dra. Sylvia Medina P. ha pasado estos meses junto a su esposo y su hija mayor, quien comparte con ellos los fines de semana. “Hay que reconocer que  los medios audiovisuales ayudan bastante para tolerar el aislamiento social”, señaló.

El valor de la familia

“Creo que nunca en mi vida había leído, visto televisión ni me había preocupado tanto de la cocina”. Así resume sus meses de encierro el Dr. Jorge Garrido B., quien se considera privilegiado, ya que a pesar de la bronquitis crónica y las cirugías cardíacas a las que se ha sometido, tiene la tranquilidad de contar con sus medicamentos y comidas gracias a sus hijos y nietos. Sus días los comparte en conversación con María Teresa.

Opinión similar tiene el Dr. Omar Gallegos M. urólogo, quien destaca que  “tenemos la fortuna de estar tranquilos y sin carencias, tratando siempre de estar atentos al mundo exterior al término de esta situación”. En tanto, Nury Reyes C., oftalmóloga, confiesa que lo más duro ha sido dejar de trabajar y el no poder reunirse con amigos, colegas y familiares. Sin embrago, “he tenido mucho apoyo familiar y la oportunidad de aprender, por ejemplo, a hacer clases online gracias a la ayuda de mi nieta”.

El Dr. Luis Godoy B. transcurre sus días junto a su esposa María Eugenia, instancia que resulta reconfortante, pues confiesa que “el agresivo virus que obliga a prolongados aislamientos, ha sido muy desagradable”.

La separación con la familia y amistades en el caso de los médicos Rubén Puentes R. y Graciela Enríquez G. la han sobrellevado juntos y también a través de los medios tecnológicos. Si bien no han tenido limitaciones de salud o de medios para enfrentar la pandemia el estar encerrados ha sido una situación insólita para ambos.

Por su parte el Dr. Hernán Jeria D. se toma las cosas con humor. “Mejor estar confinado que finao”. De igual modo rescata lo positivo, el aislamiento ha estimulado la comunicación, el reconocimiento a la familia y ha disminuido la contaminación atmosférica…”. Solo Dios sabe por qué es todo esto”, indica.

También de manera positiva han enfrentado estos meses el Dr. Víctor Pacheco C. y su esposa María Inés. “A pesar de lo preocupante de la situación de nuestro país, nuestros días son entretenidos, realizamos variadas actividades juntos, conversamos mucho y hacemos actividades en conjunto como gimnasia, leer o escuchar música”.

El Capítulo de Médicos Pensionados de Concepción, CAMEPCO, saluda a todos sus integrantes y espera pronto volver a encontrarse para poder compartir el tiempo venidero. Asimismo, esperan una pronta estabilización de la situación sanitaria que les permita realizar la Segunda Convención con los médicos pensionados del resto de Chile, la cual quedó programada para realizarse en esta ciudad.